sábado, 29 de agosto de 2009

Mi nuevo supuesto (adquirido hoy 26/08/2009) es que los animales -al menos lo observe en un perro, que es un ejemplar bastante evolucionado en la escala zoológica- no tienen consciencia de su propio cuerpo, ni de las partes del mismo (ni del mundo en general, ni su existencia en particular). No pueden manipular deliberativamente sus patas, o su cola, o sus gestos, porque no tienen la capacidad cognoscitiva para advertir que poseen patas, cola y gestos. Los animales somos seres biológicos, y depende de la escala evolutiva la complejidad del ser. Por lo tanto, si bien los perros alcanzan un alto grado de evolución en comparación con otras especies, no por eso llegan a desarrollar el aspecto psíquico, que es lo que desarrollo el hombre y le permite ser consciente de su propio cuerpo y su vida. La conciencia tal como yo la tomo, nos permite conocer el mundo, y posicionarnos frente a el.

El Humano es un ser biopsicosocial. Esto significa, a diferencia de los animales que son básicamente biológicos, que el hombre debe satisfacer necesidades de estos tres ordenes: biológico, que comprende el organismo y su funcionamiento, las necesidades básicas y la satisfacción primaria –como alimentarse y reproducirse-; psicológico, que es el aspecto racional y comportamental del hombre, afectos, motivaciones y manera de percibir y reaccionar ante el mundo; y social por ultimo, dado que paradójicamente el ser humano es el único animal que se diferencia del resto, pero que a su vez necesita completamente de la sociedad para subsistir (una persona criada por animales, no es considerada humano). Entonces, la persona, por poseer estos estratos superiores de mentalidad, observa su mano y puede comprender que es una extensión de su cuerpo que alberga la potencialidad, o la capacidad, de realizar trabajos que podríamos decir, serian mas precisos que si no los hiciéramos con las manos. Es decir, el hombre se abstrae del medio y lo reconoce como algo ajeno a él. Esto el perro no lo consigue: lo vemos en el hecho de que marcan territorios, orinan para señalizar su sitio, considerando que el árbol o pared donde orinan, es suyo, y reaccionan espontáneamente al medio, sin interferencia de ningún pensamiento deliberativo.

No tienen control sobre sus deseos, como sí lo tiene el humano quien decide si ejecutar o no determinadas tendencias; el animal es inconsciente, y por tanto no tiene noción de la realidad ni de la existencia.
Aquí interesa resaltar algo: vemos pues, que aunque no poseen consciencia, sin embargo todos los animales difieren del resto. Ya sea en el temperamento, las características individuales o los tipos de respuesta a los mismos estímulos; es decir, no son maquinas que actúan por simple impulso; mas bien el impulso va a actuar dependiendo de quien sea el actor, el animal en particular. Así es que podríamos inferir que ya en lo biológico se dan estructuras en verdad muy profundas, que no llegan a ser psíquicas pero que si alcanzan un grado de complejidad tal que se nos hace ininteligible al conocimiento humano. Estoy diciendo que el cuerpo biológico es mucho mas que un trozo de carne viva con procesos predeterminados; lo biológico alcanza un grado de desarrollo (dependiendo el ser vivo) que le permite al organismo desplegar capacidades inimaginables desde lo biológico (físico-químico), que se desarrollan en esta estructura del ser, y que son mas que la suma de sus partes. Pero los humanos no lo vemos, en los animales nos cuesta reconocerlo, como no advertimos que lo biológico compone gran parte de nuestro ser. Y acá me adelanto a decir que lo psicológico brota de lo biológico, esto lo permite la evolución, pero a su vez esta psiquis montada sobre el humano, no supera sino que integra el orden biológico que le es su base y punto de partida.

Y volvemos al perro. Un ejemplo claro, y de donde partió mi premisa de que los perros no poseen consciencia, y por tanto tampoco saben de su cuerpo. Lo obtuve paseando a mi mascota con una correa. Fue casual el primer experimento: la correa le paso por debajo de la pata y le quedo enganchada; si fuese por él hubiese continuado caminando así hasta que algo o alguien la quite. Lo detuve y lentamente levante su patita y pase la correa hacia el otro lado, intentando que aprenda como quitársela. Continuamos caminando y ahora voluntariamente se la volví a enganchar, luego lo detuve y espere su reacción. El perro se detuvo, me miro y no hizo nada más. No pensó en la correa, no pensó en la incomodidad, no pensó en levantar la pata, no pensó en lo anterior (en todo caso si aprendiera seria por acostumbramiento conductual, y no por reflección racional). Decidí salir caminando a ver si se liberaba, pero como si nada pasara, con la vista puesta al frente, sin la minima demostración de estar percibiendo la correa, o su pata, emprendió inmediatamente a mi lado la caminata; una y otra vez que se lo hice, nunca advirtió que era simplemente su pata la que tenia que levantar.
Pero mas allá de que no lo logro, me sorprendió la indiferencia con la que arrancaba nuevamente la marcha; nunca miro su pata, siempre, una y otra vez, la vista al frente demostró que para él no había nada en ese lugar donde yo veía su pata. (No estoy negando sus sensaciones; nada de eso; hablo de la consciencia como representación interna de las cosas, de reconocerse a si mismo como un sujeto corpóreo).

Los animales, por tanto, según creo, no son conscientes de su cuerpo, y por tanto tampoco de las partes del mismo. Son meramente biológicos, aunque después veremos que en mi opinión, lo biológico supera ampliamente lo considerado como tal (como carne y equilibrio fisiológico), llegando a constituir lo que consideraríamos su psiquis.

Pero estas premisas me llevan a hablar de algo que ya toque por arriba en este texto; Y es que los animales, aunque no poseen un aparato psíquico, aunque no superan su estado biológico, sin embargo desarrollan conductas y modos de funcionamientos que superan lo que uno deduce de la existencia puramente biológica.
Es interesante referir acá a Mucchieli, quien al hablar del concepto de estructura dice: es una unidad con su ley inmanente de funcionamiento y desarrollo. Esta estructura estaría compuesta por elementos relacionados entre si; esta relación daría al conjunto de elementos un nuevo funcionamiento, original y no presente en ninguno de los elementos que contiene. Este es su concepto de estructura, algo que tiene sus propias características y se ubica por sobre las cosas, organizándolas como conjunto.
Ahora bien, llevemos este concepto de estructura a lo biológico de los animales. El organismo de un animal es una estructura compuesta por elementos relacionados entre si; estos elementos tienen sus características, pero a su vez la estructura final obtiene nuevas características que la suma de los elementos no tenia. Es así que explico yo el hecho de que los animales, mas allá de ser seres básicamente biológicos, logran desarrollar fenómenos inimaginables desde el punto de vista orgánico, y que el hombre solo cree que están presentes en el psiquismo evolucionado. (A lo que voy es que el hombre cree que lo biológico es simplemente constitucional; orgánico, y no advierte que el organismo es un complejo con su propia autonomía y leyes inmanentes de funcionamientos).

Finalmente, vuelvo al concepto de estructura, para fundamentar porque los animales, aunque no superan lo biológico, no obstante adquieren lo que podríamos habitualmente considerar su “mente”.
La estructura biológica tiene la potencialidad de interactuar con el medio, ya sea por alimento, ya sea por reproducción; esta potencialidad hace que el medio y el organismo se enfrenten, y de esta dialéctica resulte una nueva estructura; es decir que el organismo será modificado por la experiencia, y viceversa, y a su vez quedara establecida esta relación. De este modo, lo orgánico entrara en relación con el medio sin tener necesariamente un psiquismo evolucionado. Los animales presentaran conductas complejas que no corresponden a los mas altos grados de evolución (como el humano, que en todo caso complejiza su interacción con el medio, y en consecuencia los resultados), sino que esta complejidad en el comportamiento animal, y esta nueva diversidad de fenómenos, estará dado por la estructura resultante entre el organismo y el medio.
Es por eso que creo que si no se puede apreciar con claridad la información al respecto, de cómo es la psiquis de los animales, si es que la tienen, es porque al tomar como objeto de estudio al organismo en particular, se esta recortando a su vez la estructura interaccional que establece con su medio, que es donde se ubican las características del complejo comportamiento animal.

1 comentario:

  1. me encanto lo que escribiste ,aunque lo voy a eleer con más detenimiento,porque es algo que siempre me intereso, es la conducta de los animales ,en este caso :los perros. Tengo unas cuantas anecdotas con mis perritos (los que están y los que partieron(vaya a saber adonde) pero es otro tema muy interante que en otra oportunidad charlaremos..........Paso a otro tema,cuando tengas tiempo me avisas y venis a comer...Te quiero mucho y sabes que sos mi hijo putativo

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