Conocimiento y transformación social

Los modos de producción, apropiación, circulación y gestión de conocimientos tienen incidencia en el proceso de producción y reproducción de la sociedad, afectando la factibilidad, sentido e intensidad de los procesos de transformación.
El modo de producción de conocimientos es altamente relevante en la cuestión de Poder-Contrapoder y en materia de Hegemonía-Contrahegemonia y, por lo tanto, con relación al tema de la transformación social.
El proceso de generación, naturalización y legitimación de asimetrías sociales –y por lo tanto de una sociedad injusta- no se asienta únicamente en la propiedad de los medios materiales de producción o en la economía de mercado, sino también en los mecanismos de gestión del conocimiento.
El así llamado “conocimiento científico” pretende atribuirse el monopolio de la única racionalidad posible, negando que existan otras formas de conocimientos y que la construcción científica es una representación de la realidad, entre otras tantas.

Antes a la luz del día el conocimiento era claro, pero desde que la apropiación del conocimiento se volvió un poderío, desde que tiene valor económico y político, ya no es fácil observar cuanto de verdad y falsedad tiene una postura u otra. Hoy en día observamos la información como “relámpagos” que iluminan el túnel de la transición (continua de conocimientos), pero de tan veloces que suceden no permiten (y no logramos) acatarlos, racionalizarlos. Según Carlo Ginzburg, con su planteo del “paradigma indiciario” debería dársele valor a estos “relampagazos”, a fin de conocer con mayor claridad cuanto realmente sucede. Los acontecimientos de diciembre del 2001 en la Argentina (rebelión popular de las principales ciudades, ante el agotamiento de la burbuja creada por la paridad del dólar, el ajuste estructural y las privatizaciones, que desemboco en una severa crisis institucional -cinco presidentes en una semana- y centenares de asambleas callejeras durante varios meses); los graves disturbios en noviembre de 2005 en Francia (enfrentamiento de jóvenes inmigrantes con la policía y el incendio de miles de vehículos en París y otras decenas de ciudades[…]) e incluso la actual crisis financiera mundial, son algunos de esos “relámpagos”
Pero nuestro modo de conocer hace que concentremos nuestra atención fugazmente en estos fenómenos (solo mientras duran sus efectos mas notorios), para después minimizar su significación, porque todo parece volver a la “normalidad”, entendida como “una realidad pasada”.

Los procedimientos de construcción de conocimientos se encuentran muchas veces limitados en los ambientes académicos.
Según Bourdieu, las universidades tienden a desalentar la libertad intelectual con el fin de garantizar la reproducción de la institución. Llevando esto a un nivel social mas amplio, sobre las escuelas Pierre Bourdieu dice: para que las escuelas reproduzcan las desigualdades sociales, es decir, para que quien llega desprovisto de bienes se vaya del mismo modo, y para que quien viene de buena casta se vaya con los mismos honores, basta y es suficiente con que la escuela los considere por igual. -Las diferencias sociales se encargan del resto-.
Por su parte, Gabriel Kaplún, educador uruguayo, plante que las universidades deben buscar “caminos, salidas, posibles escapes a las jaulas académicas e institucionales, desde donde poder contribuir como universitarios, como académicos e intelectuales, a la construcción de alternativas sociales y políticas”.
Desde ambos puntos de vista resulta fuertemente cuestionada la capacidad de la universidad para contribuir eficazmente a la transformación social.

Mas allá de aumentar la cantidad de conocimientos, se necesita un nuevo modo de producir conocimientos, particularmente en materia de ciencias sociales, ya que el modo tradicional de producción de conocimientos de alguna manera se asimila a los dispositivos extractivos.
El procedimiento típico es el siguiente: Los investigadores encuestan a un sector de la población para extrae datos (materia prima) para la posterior producción de conocimientos. Una vez procesados, elaborados y sistematizados, estos conocimientos regresan a la población en forma de divulgación, capacitaciones o enseñanzas.
Esto no pretende desmerecer el valor del trabajo de investigación, sino señalar un problema: esta escisión entre la practica de los “investigados” (sujeto conocido) y la practica reflexiva de los investigadores (sujeto cognoscente) bloquea el desarrollo de las capacidades reflexivas de los sujetos sociales. En casos extremos, se naturaliza como producción de conocimientos a determinados procedimientos de expropiación y apropiación privada de saberes colectivos, traducidos según ciertos protocolos y legitimados por rituales y normativas referidas a la propiedad intelectual, que habilitan el patentamiento desde semillas y bacterias, hasta medicina o ideas.
En otras palabras: la construcción de conocimientos debe ser articulada con la construcción de sujetos sociales. (Construir conocimientos multiactorales, y no unilaterales).

El modo de construcción de conocimientos sobre la sociedad establece un tipo de vinculación entre las partes involucradas (planteando muy esquemáticamente: sujeto cognoscente y sujeto conocido), y le confiere una significación a cada uno de ellos.
Reconocer la diversidad de conocimientos – y por lo tanto sujetos portadores- es un primer paso para recuperar la capacidad transformadora del conocimiento.
Decíamos que todas las prácticas sociales son prácticas de producción de conocimientos. Al descalificar a alguno de estos conocimientos, no solo se produce un epistemicidio, sino una negación de los mismos actores sociales portadores de los mismos.


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