martes, 30 de junio de 2009

Causa de inseguridad

Culpar a los delincuentes de causar inseguridad es simplemente deshacerse de un problema que nos incluye a todos, y es peor cuando muchas personas, ya sea por temor o por vivir en un país en crisis, aceptan sin cuestionamientos las patrañas de un político que afirma poder hacer algo por la seguridad, generando un “plan” como recurso.
¿Por qué esto es un problema? En primer lugar porque un plan para disminuir la inseguridad no consiste en una especie de estrategia guerrillera para enfrentar hasta las ultimas consecuencias al delito. Es decir, intentar disminuir violencia con violencia, es como querer apagar con nafta, un incendio que hace años se presenta incontrolable. En segundo lugar esta promesa genera la falsa conciencia de que conseguir la seguridad es tan simple como aprehender al delincuente, sin mas. Y genera además una falsa conciencia en un sentido mas perjudicial, dado que genera una conciencia de tipo fascista, maquiavélica, sobre como lidiar con la inseguridad, ya que este “plan” afirma que la solución es reprimir, aislar, controlar y dominar al delictivo. Es decir que, entre otras cosas, este “plan” consiste en continuar despojando al sujeto, ya despojado de antemano, de todo cuanto aun lo podrían caracterizar, y hacerlo sentir, como una persona. No basta con las aberraciones que una persona marginada, o en condición de delincuente, pueda sufrir, sino que se considera correcto, y es la conciencia generada a la que apunta este “plan”, silenciar como sea y de manera indiferente, los gritos de auxilio y llamados de atención que este sujeto, o clase social, nos están emitiendo.
“la seguridad se hace” es el lema que aparece en carteleras, y esta propuesta es tan tentadora y salvaje como decir: “el silencio del niño se hace”, y golpearlo fuertemente en la cabeza, hasta que haga silencio; similar a esto, seria querer “hacer” la seguridad. Antes que esto, antes que hacer callar al niño por la fuerza, seria mucho mas adecuado escuchar los lamentos, intentar comprender que nos esta transmitiendo, y con seguridad de este modo el bebe se tranquilizaría, dejaría de hacer ruido, y nosotros también conformes, por fin todos obtendríamos en verdad la paz. Lo mismo sucede con la inseguridad.
¿Es que los políticos no confiesan que la inseguridad no es tan solo un factor a cambiar, algo que funciona mal y hay que erradicarlo, sino que en realidad es una consecuencia de otros factores que previamente están funcionando mal? No, esto no lo dicen, y antes que ser sinceros prefieren hablar de lo más evidente y superficial; hablan de soluciones rápidas y simples, tan solo para que una audiencia desesperada en busca de soluciones los siga. Prometen, como un pescador a un pez insinúa alimentarlo, pero tan solo este muerda el anzuelo, entonces el pescador tirara de la caña haciendo que el gancho se ensarte hasta lo mas profundo, y el pez ya ha perdido el control; el pescador, ha logrado su objetivo. En este caso, el pescador es un político que solo quiere un puesto en el poder, aunque no en sentido legitimo y abstracto, sino tan solo monetario y material.
Y considero que estos sujetos se merecen de la población las máximas humillaciones, porque son ellos mismos los que crean sus características para que nosotros los veamos así; son ellos los que quieren que el pueblo, siendo día a día más ignorante, en consecuencia, sea más dócil. Es un discurso de amo a esclavo el que hacen, titulando de ciudadano al súbdito, para que nadie advierta la manera en la cual nos están controlando. Si esto no nos permite considerarlos unos farsantes fraudulentos, mentirosos, HIPOCRITAS, entonces habría que pedirle a Franz Kafka que escriba una cuarta novela titulada, por ejemplo: “El dominio”, donde con su exquisito y exacerbado estilo nos relate las historias de un conjunto inocente de personas que, dominados por unos pocos, hallan sido conducidos a lo que seria el fin de la libertad humana, así como también de la perdida de identidad y la sensación de ser una persona. Porque nos mienten y con ello nos alejan de la verdad, esto en realidad no es casualidad, sino un plan con el cual nos alejan del conocimiento, y con ello de la libertad. La mentira al pueblo que no se educa, es como la construcción de impenetrables barreras simbólicas que nos privan de la libertad real.
En síntesis, considero que un político sincero debería confesar que la educación es la herramienta primordial para obtener seguridad. Por ejemplo, Canadá es el país con menor índice de inseguridad, pero a su vez el que mas invierte en educación; y así sucede en todos los países que aumenta la educación, se reduce naturalmente la inseguridad. Y no es necesario un plan ni ningún tipo de ideas fascistas que contaminen la mente de personas inofensivamente ya contaminadas de información barata. Si un plan se encamina hacia conseguir la seguridad, entonces este debería apuntar a la educación, fuente primordial de conocimiento y libertad. En fin, la solución, como se ve, es a largo plazo, pero seria la única consistente con la realidad, la única que nos permitiría nuevamente conquistar la paz.
Como dije la educación es fuente de conocimientos y verdad, es decir, fuentes de plena y real libertad; no la libertad virtual que se obtiene a través del opresivo capitalismo, sino la libertad que una persona digna de serlo, requiere para ser tal. Si todos somos libres, entonces también todos seremos iguales. Y si la inseguridad es un fenómeno cultural incontrolable, entonces habría que preguntarles a muchos políticos, que es lo que hacen, cuando deberían estar trabajando para su pueblo. ¿acaso ideando soluciones ficticias, para hacerse cargo de un puesto el cual luego, en verdad, de antemano, no estaban dispuestos a abordar?

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